La tecnología en pos del sufrimiento
Un controvertido proyecto busca transformar a los delincuentes en personas empáticas al hacerles experimentar las consecuencias emocionales de sus acciones a través de la tecnología.
La rehabilitación de los delincuentes es uno de los mayores retos sociales. Las cárceles, frecuentemente sobrepobladas y con recursos limitados, enfrentan dificultades para ofrecer programas que realmente faciliten la reintegración de los criminales a la comunidad.
En este contexto, el biólogo molecular Hashem Al-Ghaili ha propuesto una idea innovadora y controvertida: un implante cerebral que utiliza inteligencia artificial para hacer que los delincuentes revivan el sufrimiento que infligieron a sus víctimas.
Esta propuesta, llamada Cognify, pretende revolucionar el enfoque de la sociedad hacia el delito y la rehabilitación.
Cognify se aparta de las tradicionales penas de prisión y busca no solo castigar, sino también transformar a los condenados en individuos empáticos, enfrentándolos a las consecuencias emocionales de sus acciones.
El dispositivo implantado en el cerebro del criminal inserta recuerdos falsos que hacen que experimenten el dolor y el sufrimiento que causaron a sus víctimas, brindándoles una nueva perspectiva sobre el impacto de sus acciones.
Al-Ghaili argumenta que esta experiencia podría llevar a una profunda transformación en la mentalidad del criminal, promoviendo la empatía y la comprensión hacia quienes dañaron.
La idea es que, al experimentar el sufrimiento ajeno, los delincuentes desarrollen un sentido de responsabilidad y compasión, permitiendo que terminen su condena en solo unos minutos en lugar de pasar años en prisión.