Elon Musk enfrenta una nueva polémica con Grok y los famosos generados por IA en X
La inteligencia artificial de Grok, entrenada con millones de imágenes de la red social, pone a X en el centro del debate legal. Mientras OpenAI ya enfrenta demandas similares, Musk apela al “uso justo”, una defensa que no aplica en Europa.

La inteligencia artificial enfrenta numerosos desafíos en relación con los derechos de autor, pero lo sucedido con Elon Musk y Grok 2 ha llevado la polémica a otro nivel. La plataforma X se ha llenado de imágenes generadas por IA que representan a famosos, algunas de ellas en situaciones altamente comprometedoras.
Aunque no todas las peticiones logran resultados, la posibilidad de crear este tipo de contenido genera serias dudas legales. Según Musk, Aurora, el modelo de IA de Grok, es “sin censura”, pero la herramienta plantea importantes interrogantes sobre su legalidad.
A diferencia de empresas como OpenAI, cuya generación de imágenes tiene ciertas restricciones, X permite obtener directamente resultados con rostros de celebridades. Mientras OpenAI enfrenta demandas por el uso indebido de contenido con derechos de autor, Musk ha adoptado un enfoque que prioriza avanzar y lidiar con las consecuencias legales después.
El debate sobre el uso de imágenes protegidas para entrenar modelos de IA no es nuevo. Scarlett Johansson, por ejemplo, es una de las figuras que más ha denunciado este problema. OpenAI, por su parte, eliminó un modelo de voz que se asemejaba al tono de la actriz, argumentando que no había sido diseñado para imitarla, aunque lo retiraron para evitar riesgos legales. En el caso de Grok, las imágenes generadas tienen un nivel de similitud con las celebridades que resulta evidente.
¿Cómo han logrado esto? La clave está en la vasta cantidad de fotos de famosos disponibles en X. Desde el verano pasado, la plataforma habilitó por defecto la opción de usar los datos de sus usuarios para entrenar la IA, algo que era posible desactivar, pero que probablemente pasó desapercibido para millones de personas. Estas imágenes han sido aprovechadas para entrenar a Grok, creando una base de datos exclusiva de X, que es uno de sus principales diferenciadores frente a otros generadores que dependen de bancos de imágenes públicos.
En cuanto a la legalidad, Musk opera en un terreno gris. En Estados Unidos, la jurisprudencia sobre el uso de imágenes protegidas para entrenar IA aún no está completamente definida. Su estrategia se basa en el principio de “fair use” (uso legítimo), un concepto que permite ciertos usos de material con derechos de autor sin el permiso del titular, aunque la decisión final recae en los tribunales. Sin embargo, el debate sobre si este caso en particular se ajusta al “fair use” podría prolongarse durante años.
Mientras tanto, los términos de servicio de xAI trasladan la responsabilidad al usuario, indicando que cada persona es responsable del contenido que genera y especificando qué usos están prohibidos, como aquellos que puedan tener implicaciones legales o materiales para terceros. Sin embargo, esto no exime a la empresa de posibles litigios.
Por el momento, ningún famoso ha iniciado acciones legales contra X por el uso de Grok, lo que sería necesario para que la justicia estadounidense se pronuncie. Sin embargo, en Europa, donde el uso de imágenes protegidas para entrenar IA está prohibido por la nueva Ley de IA, Grok enfrenta un desafío mayor.