La IA impulsará la demanda de cobre y Argentina podría tener la clave

La Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para transformar múltiples sectores, y uno de los más relevantes en este cambio es la minería. Sin embargo, la relación entre ambos va más allá de la automatización de procesos o la mejora de la seguridad en las minas. La creciente demanda de minerales, en particular del cobre, es fundamental para el desarrollo y expansión de la IA, que depende de componentes electrónicos como cables, circuitos y semiconductores.

El cobre ha adquirido una nueva relevancia en el mundo tecnológico. Sus excelentes propiedades de conducción térmica y eléctrica lo convierten en un material esencial para la fabricación de dispositivos de IA y sistemas de comunicación. Desde los semiconductores hasta los superordenadores, el cobre es indispensable para las infraestructuras que soportan la inteligencia artificial.

Un estudio de BHP estima que la demanda de cobre aumentará un 72% hacia 2050, alcanzando los 52,5 millones de toneladas por año, frente a los 30,4 millones de toneladas de 2021. Este aumento se debe tanto a la expansión de los autos eléctricos como al creciente consumo de cobre en los centros de datos, que se espera que representen entre el 6% y el 7% de la demanda mundial de cobre para 2050, frente a menos del 1% actual.

Argentina se presenta como un jugador clave en el abastecimiento de cobre para la IA. Entre los proyectos más avanzados se encuentran el de San Juan Josemaría (Lundin-BHP), Los Azules (McEwen Cooper), Pachón (Glencore), TacaTaca (First Quantum) y MARA (Glencore), destacando a McEwen Mining, encargada de Los Azules, como una de las empresas con mayor potencial en este sector.

La creciente demanda de minerales para la infraestructura de IA ha generado oportunidades significativas para las empresas mineras argentinas. Un informe internacional destacó que McEwen Mining, gracias a su posicionamiento estratégico en América del Norte y América Latina, se encuentra en una excelente posición para aprovechar este auge.

A medida que la demanda de minerales como el cobre se incrementa, las empresas mineras deben enfrentar retos adicionales relacionados con la sostenibilidad y el impacto ambiental. La industria minera se verá obligada a implementar tecnologías innovadoras para evaluar las oportunidades de inversión y mejorar la eficiencia de la extracción de recursos, mientras minimizan los efectos negativos sobre el medio ambiente.

En este contexto, el Gobierno de Argentina se ha propuesto como objetivo establecer un polo internacional de IA en la Patagonia, lo que genera un mayor interés en el desarrollo de proyectos mineros nacionales. La implementación de políticas como el RIGI ha sido clave para atraer inversiones extranjeras y facilitar el crecimiento del sector.

El caso de Fujikura, que ha visto un incremento del 400% en el valor de sus acciones debido a la demanda relacionada con la IA, es un claro ejemplo de cómo las empresas que proveen materiales esenciales para esta tecnología pueden beneficiarse enormemente. De manera similar, McEwen Mining y otras empresas mineras posicionadas estratégicamente podrán experimentar un crecimiento significativo, convirtiéndose en actores fundamentales para el avance tecnológico global.